El equilibrio en la política

Ya que de disciplina se trata, me parece que este tópico se tiene que llevar a la experiencia de la vida diaria, dándole este mismo enfoque a cada una de las facetas de la vida social, laboral y por que no política, ya que la política es inerente a las relaciones humanas.

Nuestra clase política tan desprestigiada por sus propios errores, a partir de la nefasta década del `90, debería tener en cuenta la disciplina para volver a ocupar ese puesto tan relevante para toda sociedad bien constituída.
No hay posibilidad de que un país se desarrolle plenamente sin una clase dirigente disciplinada en sus en sus deberes para con la sociedad, porque cuando se produce ese cortocircuito, empiezan a desconectarse de la realidad que vive la gente, y por lo tanto, corren el riesgo cierto de no interpretar los deseos y necesidades de la gente que tienen que representar.

Esto último se puede definir como "la soledad del poder", en tanto y en cuanto la soledad significa aislamiento. La única forma de evitar esto es estar en permanente comunicación con aquellos que le dieron su voto.

Si nuestro cuerpo debe estar en equilibrio con nuestra mente, así también la dirigencia debe estar en equilibrio con sus electores.